Como común lugar no-común

Sigo tratando de hacer algo digno de ser leído, mientras tanto dejo grabada una postura que nació mientras platicaba con un amigo:

- La pornografía muestra un lugar olvidado, negado y maquillado. La escena pornográfica trata de revelar posibilidades, elevar al grado de público todo eso privado que tanto pretendemos esconder. Es la experiencia de compartir lo incompartido, de revelar todo esto que nace como inrrevelable (habría que hacer una conceptualización más propia de lo que es esto inrrevelable, digamos que el concepto de sexo [pese a las mostraciones que Foucault hace sobre el carácter públicitario de la experiencia sexual] nace como un concepto privado, al cual nadie puede nombrar, aunque todos lo nombren: Compartir este concepto existe bajo el imperativo de higiene espiritual. Hablar de sexo para no saber de él, confesar para olvidar).

- El lugar del actor (actriz) porno es el de objeto de deseo, sin embargo el no deseado se convierte en principio de realidad, en factor valorativo para nuestra vida: Si yo deseo en una escena orgíastica a cualquiera de los actores y/o a cualquiera de las actrices, yo me guío con el resto para concebir esta producción de placer; es a partir del placer del otro que me representa (ese otro que puede ser sustituido por mí) por el cual yo puedo concebir mi propio placer. ¿Cómo goza este no deseado? ¿Cuánto goza este no deseado? Ese es mi punto de referencia.